En MEDIO del desierto...

"Tus brazos son demasiado CORTOS para PELEAR con Dios"
Leí esta frase y ME encantó.

¿Pelear con Dios?... Noooo... IMPOSIBLE... ¿quién haría algo tan absurdo y ridículo?... totalmente fuera de toda lógica, ¿no?...
Me confieso culpable, en el último mes he pasado por un tiempo que NO ha sido NADA fácil, Y como en ocasiones reaccionamos en un tiempo así, ¡lloré mucho!, y después "a lo que sigue".... ja, ja, que me la creo, traté de seguir adelante "como si nada", pero al paso de los días me di cuenta que muy en lo profundo de mi corazón estaba enojada, si, enojada con YA SABEN quien... No lo quería admitir, ¡Uno no hace esas cosas tan absurdas!...
Eso pensaba mi mente, pero mi corazón pensaba otra cosa, necesité varios días y una plática profunda, para reconocerlo y afrontarlo, para descubrir mi herida y dejarla sanar, para verdaderamente admitir que YO no soy la que manda...

Eso pasa cuando estamos en medio del desierto; Al parecer, estamos solos y no alcanzamos a ver hacia donde continúa el camino; Al parecer, no hay mas esperanza y TODO se ha salido de control; Al parecer, lo que nos queda es soledad y tristeza; Al parecer, hemos sido abandonados en medio de la nada...

Si, a veces eso parece, pero no siempre lo que parece es lo que es... Descubrí que en los desiertos hay muchas cosas buenas que pasan; La primera es, que el que nos lleva al desierto, no nos abandona en el, nos lleva ahí para hacernos crecer, para mostrarnos su poder, para que dejemos ahí lo que no le agrada, para aprender paciencia, para ver SU provisión, para fortalecernos, afirmarnos y para ser renovados.

EL abre camino en el desierto, muchas veces quiere que iniciemos algo nuevo, remueve nuestras vidas para quitar algunas cosas y darnos otras... Donde parece que no hay nada, nos hace vivir en FE, nos hace tener paciencia, nos guía, nos enseña a pelear y a defendernos y por último nos da SU victoria... Entramos al desierto en una condición, pero al salir, somos DIFERENTES.

Para salir victoriosos de cualquier desierto, requerimos de un compromiso previo para no regresar atrás, es un tiempo de entrenamiento, y el tiempo que estemos en el, DEPENDE absolutamente de nosotros, así que ¡A dejar de dar vueltas!.

ES TIEMPO DE CONTINUAR, a veces las situaciones parecen obligarnos a detenernos, pero tenemos que dejar de mirar atrás y seguir hacia lo que EL nos tiene delante. Tomarnos de SU mano y CONFIAR que EL nos va a llevar a un lugar seguro.

Estoy aprendiendo a vivir verdaderamente en FE, confiando y no viendo las circunstancias.