Páginas

jueves, 29 de octubre de 2009

Retomando tus Palabras

"Conforme van pasando los años uno va intentando aprender a crecer, a ser adulto, a madurar, pero que difícil!!"







Querido Güerito
(retomo tus palabras),
tienes razón, que difícil ver el tiempo que pasa y nosotros como que andamos queriendo alcanzarlo, intentando crecer, estar a la altura de nuestras circunstancias y de lo que éstas nos exigen, y vaya que no es fácil...

Tenemos que dar dirección, cuando en realidad quisiéramos ser guiados;
Tenemos que responder, cuando aún tenemos demasiadas preguntas;
Tenemos que ser fuertes, cuando nos sentimos débiles;
Tenemos que permanecer, cuando quisiéramos salir huyendo;
Tenemos que amar, cuando nos sentimos tan incapaces;
Tenemos que parecer seguros, cuando por dentro nos desmoronamos...
Tenemos que ser grandes, cuando en realidad por dentro nos sentimos tan pequeños.

Y así comenzamos a ser adultos, con tantos miedos, dudas e inseguridades... tan imperfectos... tan deficientes... tan humanos. Y es en esta condición en la que me veo a mi misma, maravillándome por el desatino de nuestro Señor, al hacernos copartícipes de su más grande deseo... ser Padre. Ni en mi sueño más fumado se me hubiera ocurrido, delegar tan grande privilegio en tan defectuosos seres, depositando tesoros en vasos de barro... ¡Que locura!

Y es que Alguien, tiene toda Su confianza puesta en nosotros, no porque no esté consciente de nuestras incapacidades, sino porque en Él mismo está la clave para poder lograrlo. Me gusta cuando dice: "Para los hombres es imposible, pero para Dios todo es posible"

Hace mucho me quité la carga de SER lo que "se supone" que DEBO ser y de HACER lo que "se supone" que DEBO hacer, en el mundo no son más que estándares irreales de éxito o fracaso, he descubierto que cuando en realidad crecemos es cuando nos hacemos más pequeños y dejamos que sea Dios el que crezca en nosotros.

Y crecemos cuando tomamos la responsabilidad que Él deposita en nuestras manos, cuando entendemos que no es NADA fácil, que se trata de dejar de pensar en uno, para pensar en otros; de dar, aunque no recibamos; de amar, sin reproches o límites; de dar el primer paso; de experimentar este amor que lo cambia todo, que te cambia el corazón, que te hace parecerte a Dios... Y es aquí cuando entiendo que este aparente desatino, no tiene nada de imprevisto, que es parte de su plan para hacernos parecer más a Él, para que maduremos, para que dejemos de ser niños.

Se vale tener miedo, se vale dudar, se vale ser débil, se vale llorar... lo que no se vale es salir huyendo. Solo hay que tomarse de la mano correcta, mas que esforzarse en crecer, esforzarse en permanecer y cuando la tormenta arrecie... ocuparse en no desviar la mirada, porque si se lo permitimos, ¡Él TOMA EL CONTROL!

4 comentarios:

mari canaria dijo...

Dios desea que lo conozcamos por lo que ha dejado una guía para que crezcamos saludables física y espiritualmente. Por eso nos dice lo que está registrado en Isaías 48:19,20 y que busquemos los tesoros de la sabiduría tal como dice Proverbios 2:1-9. Saludos

ROMO dijo...

ES CIERTO!!!!!
que locura depositar tan grande tesoro en tan defectuosos seres. El toma el control . . .

lo leí ... y lo leí ... y lo leí ...

como dice el chavo del 8 ... eso eso!!

como dice mi hermana ... pa´tras ni para agarrar vuelo!!

GRACIAS ALE!!!! SOLO POR ESTAR AHI

ROMO dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
--writer soul-- dijo...

Huir parece más fácil, siempre es mi primera opción, nunca la tomo pero cómo me gustaría hacerlo, la verdad es que me da más miedo huir.

¿Por qué todo siempre es tan compicado?

Sé que te debo una comida en tu casa...