Durante mucho tiempo yo me mantenía de esa forma, hasta que entendí, que es mía la responsabilidad de hacer una diferencia, no importa si es pequeña o grande me toca a mi comenzar...
Y así, sin pensarlo tanto, estoy en la mesa directiva de la escuela, entendiendo que lo poco puede hacer grandes cambios... No, no por lo que uno es, sino por lo que uno tiene; en este tiempo he conocido muchos corazones, mamás entusiastas, mamás comprometidas, mamás berrinchudas, mamás trabajadoras, mamás serias, mamás platicadoras, mamás criticonas... muchas mamás.
Estoy aprendiendo a conocer muchos corazones y a verlos a través de los ojos de UNO que es mucho más misericordioso y amoroso que yo, me siento contenta y entusiasmada, espero que mi granito de arena refleje algo más que solo a mi.
Por lo pronto estamos ensayando un cuento de navidad... Y esa (como decía Doña Chole) es otra historia...
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