No puedo aguantar la emoción, ayer y hoy compramos los regalos de Navidad para los niños, y algo que pudiera parecer de los mas normal se ha convertido en un milagro.
Mientras escogíamos cada regalo pensando en los gustos y los anhelos de nuestros pequeños, se vino a mi mente una imagen maravillosa:
Un Padre amoroso, conociendo el anhelo y la necesidad de sus hijos, ha preparado una gran sorpresa detrás de un portón café... Y aparezco yo, detrás de aquel portón café... WAW!!! Un regalo doble, para padres e hijos.
Estoy asombrada de ver como nuestro Padre tiene tanto cuidado de nosotros... Ya se empieza a "oler" la Navidad
No hay comentarios:
Publicar un comentario