ReCORdando... EncueNtros

Eran las diez de la noche, regularmente a esa hora ya todo esta en silencio, pero ayer...

Había tres pequeños que no dejaban de brincar y bailar enseñandole a su papá las coreografías, algo esta sucediendo en sus pequeños corazones, están emocionados... Apagamos la luz y 15 minutos después seguían cantando... Hasta que, por fin, cayeron rendidos.

Están conociendo a Su Creador y enamorandose de El, los veo y me emociono juntamente con ellos... Recuerdo mi primer encuentro...

Tenía casi 10 años cuando alguien me habló de El, recuerdo que lo que mas me impacto fue saber que me amaba tanto, que había dado la vida de su hijo por mi... Me impresionó ser tan valiosa para El.

No fue solo un momento, tengo varios instantes grabados en mi mente, uno de los que mas recuerdo fue este....

Un día llegue a casa y no había nadie, subí corriendo las escaleras y todas las puertas estaban cerradas, una por una las empece a abrir y dentro... Cada cuarto estaba lleno de personas enfermas que yo no conocía, cerraba una puerta y abría la siguiente y lo mismo, esas personas me asustaban, las puertas se multiplicaron y por mas puertas que abría dentro siempre había personas enfermas... Me recuerdo aterrorizada bajando las escaleras de la casa donde crecí...

Salí corriendo hacia la esquina tratando de huir y sin darme cuenta, al cruzar la calle, de pronto el paisaje cambió... Entré a un hermoso jardín lleno de plantas que formaban caminos, al final de uno, me encontré con EL, no me dijo su nombre, pero yo sabia quien era, traía puesta como una túnica blanca cruzada por un cinturón, yo levantaba mi rostro para verlo pero no lograba ver mas allá de sus hombros, en cuanto estuve cerca, tomó mi mano... Aun lo recuerdo como si fuera hoy, todo mi miedo desapareció, me sentí segura a su lado; Nos sentamos en una banca y El habló conmigo, después de un rato regresé caminando y en cuanto pise nuevamente la calle aquel jardín desapareció, yo caminé tranquilamente a mi casa y al llegar, subí las escaleras y abrí de una por una todas las puertas, dentro estaban las mismas personas enfermas, pero ya no me daban miedo... Todas ellas fueron sanadas, y en ese momento desperté, por un instante recordé todo lo que habíamos hablado y al siguiente instante lo olvidé... Lo que no olvido fue la sensación de su presencia, esa paz que no se puede explicar...